El parte médico celeste aumenta. Se incorporan Santi Mina y Rafinha, que sufrieron diversos percances físicos en el partido del pasado miércoles ante el Betis. El delantero vigués sufre una rotura fibrilar de grado I en el aductor mayor izquierdo y permanecerá de baja en torno a las tres semanas.
Por su parte, Rafinha presenta un edema óseo por una contusión en la zona distal del fémur izquierdo y se le limitarán impactos durante unos diez días. Posteriormente, se irá valorando su tolerancia.
En el extremo contrario aparece Juan Hernández, quien ya que se ejercita con normalidad y los servicios médicos celestes esperan poder darle el alta la próxima semana.