Este pasado fin de semana ante el RCD Mallorca, Manu Fernández debutó oficialmente con el primer equipo del Celta, completando así una particular trilogía familiar. Nieto de Manuel Fernández Amado e hijo de Manel Fernández Anidos, Manu es la tercera generación que defiende el escudo del Celta en primera división, un hecho sin precedentes en la historia del club.
Cuando Manu Fernández saltó al terreno de juego del Son Moix, no se trataba de un simple debut para el joven central, era la clara representación de un sentimiento de herdanza difícil de explicar. El significado más puro de lo que es ser del Celta.
A sus 23 años, Manu daba el paso que tantas veces soñó desde niño, como integrante del Celta Fortuna y ahora ya como jugador del primer equipo celeste. Un debut fruto de la constancia, el trabajo y el sacrificio de luchar por un sueño, de seguir una estela que va más allá del fútbol.
Su abuelo lo hizo en los años 70. Su padre, en los 90. Y ahora, le tocó a él, el mismo día que el club cumplía sus 102 años de historia, escribir una nueva página con el alma y el corazón que le dan significado a todo. Tres generaciones unidas por un mismo escudo. Un club que siempre fue familia.