El Celta expresa su gratitud al celtismo por el recibimiento al equipo y su aliento ante el Córdoba
Orgullosos do noso: orgullosos dos nosos. El lema de la campaña de abonados cobró pleno sentido en la jornada de ayer. Más allá de manifestar su sincero agradecimiento, el Real Club Celta quiere expresar el inmenso orgullo que le produjo el recibimiento al equipo y el apoyo de la afición. Orgullo de un celtismo que respondió con el alma en un momento especialmente complicado y difícil, que suplió con sus propios latidos el cansancio y con su fe cualquier atisbo de duda en la victoria.
El desgaste que genera en la confianza y la autoestima una larga racha de partidos sin victorias fue devorado por la afición celeste con un recibimiento al equipo espectacular, un generoso apoyo, plausible en cualquier momento, admirable cuando los resultados tienden a transmitir desencanto o decepción. Lejos de caer en esos sentimientos, el celtismo llenó la calle Manuel de Castro de ilusión y energía.
El apoyo al equipo fue constante durante el partido, gratificante y generoso con el buen juego, pero lo que define a la afición celeste no son los aplausos tras las buenas jugadas, sino como animó sin desmayo en los momentos en los que el equipo acusaba el cansancio y la tensión.
El triunfo ante el Córdoba fue muy importante a nivel anímico e incluso clasificatorio, pero sobre todo lo fue porque dejó constancia de que este equipo jamás caminará solo y reafirma una máxima ya instalada en la vida celeste: Juntos lo conseguiremos. Gracias afición. #Orgullososdosnosos
