El presidente del RC Celta, Carlos Mouriño, se reunió este martes con los medios de comunicación en el museo del club, en Balaídos, para analizar la actualidad de la entidad celeste. La comparecencia se centró en el futuro del club y en las informaciones aparecidas en las últimas semanas relativas a la posible venta del RC Celta.
El mandatario comenzó su comparecencia mostrando su desencanto ante declaraciones realizadas en las últimas semanas con las que considera que “se ha mezclado la política con el deporte”, a la vez que agradeció a su consejo y equipo directivo por su apoyo y trabajo.
“Si no damos al Celta una capacidad acorde al resto de equipos veo endeble el futuro del Celta”, señaló Mouriño, quien se sinceró sobre su situación personal como presidente céltico: “Por edad, cansancio y desencanto, es el momento de marcharme si no hay algo que me compense estar alejado de toda mi familia”, aseguró. “¿Qué hacemos? ¿Que siga el presidente con 74 años por si se dice que no es celtista? (…) No me preocupa, me preocupa lo mejor para el Celta y haré lo que crea que es mejor”, afirmó, insistiendo en que es necesario dar solidez económica para un futuro incierto.
Carlos Mouriño fue rotundo al explicar que no se ha entrado en negociaciones con nadie por la venta del RC Celta, aunque sí reconoció, como ya había hecho con anterioridad, que hay varias propuestas, “sin ir más lejos la última llegó ayer”, indicó. El presidente añadió a su discurso una propuesta para la ciudad: “El Celta se compromete a comprar Balaídos. Todos los beneficios de la explotación comercial irían para el club (…) Propongo a la ciudad seguir juntos, no el presidente solo”.
