El juego y el resultado no acompañaron, pero al RC Celta no le faltó aliento, apoyo y empuje desde la grada de San Mamés. Un viaje largo, cargado de sacrificios, un retorno duro y un comportamiento admirable. Los cientos de aficionados que acompañaron al equipo a Bilbao definen al celtismo: apoyo incondicional, cariño inmenso, fe… afouteza.
El RC Celta quiere agradecerles su esfuerzo, su compromiso, su apoyo y su ejemplar comportamiento en un partido que inducía a la tristeza y a la decepción, pero que en el celtismo desplazado a Bilbao sólo encontró aliento y comprensión. Una vez más, gracias.
El club quiere además hacer extensible su gratitud a la afición del Athletic Club por su comportamiento señorial en todo momento y por el cariño mostrado tanto al RC Celta como al celtismo presente en San Mamés.