Hoy, 9 de mayo, se cumple un año del nacimiento de As Celtas. Parece mentira, pero hace ya 365 días que club y celtismo se reunían en A Madroa para dar la bienvenida a un proyecto que asomaba la cabeza cargado de ilusión, identidad y compromiso. El primer contacto piel con piel que marcaría el inicio de una nueva era, el inicio de un nuevo capítulo celeste, el inicio de un sueño que llevaba años gestándose y que, en tan solo doce meses, ya ha dejado una huella imborrable.
Lo que comenzó como una promesa, es hoy una realidad que supera cualquier expectativa; As Celtas han logrado su primer gran objetivo, el ascenso a Segunda RFEF. Pero el verdadero éxito de esta temporada va mucho más allá de los resultados. Es la historia de un equipo que, desde aquel 9 de mayo de 2024, perdido entre las hojas del calendario pero latente en la memoria, ha sabido construir una familia dentro y fuera del campo. Un grupo de jugadoras, cuerpo técnico y afición que han dado sus primeros pasos de la mano, jornada tras jornada, siempre en la misma dirección.
Desde el debut de As Celtas el 7 de septiembre de 2024, donde el equipo se bautizó junto al celtismo en Abanca Balaídos y cosechó su primera victoria—gracias los primeros goles de la historia firmados por Camila Pescatore y Ana Toubes—, hasta alcanzar el récord histórico de asistencia en A Madroa, este curso ha estado cargado de sentimiento y repleto de momentos para el recuerdo. La inauguración de sus nuevos vestuarios, la creación de su primera peña federada, «As Guerreiras Celtas», el primer Trofeo de Liga de las Infantiles, el ascenso del filial… Todo ha contribuido a forjar la identidad de un equipo que no ha hecho otra cosa que crecer.
Los números impresionan: 24 victorias, 110 goles y un ascenso histórico en apenas unos meses. Pero lo que emociona es cómo se han conseguido. Con entrega, con esfuerzo, con Afouteza y con Corazón. As Celtas han demostrado que saben ganar, sí, pero también que saben luchar cuando el camino se complica. Que saben levantarse. Que están hechas de otra pasta.
Y si el equipo ha sido valiente, la afición no se ha quedado atrás. As Celtas han sentido el calor del celtismo en cada partido, en casa y fuera, y el club no puede estar más orgulloso por ese apoyo incansable. Gracias afición, por creer y por estar, siempre.
Hoy, 9 de mayo, As Celtas cierran su año cero con matrícula de honor. Un año de vida. Un año de historia. Un año inolvidable. As Celtas “xa están aquí”. E veñen para quedarse.
¡Feliz cumpleaños, guerreras!