El Real Club Celta afronta este sábado un partido de máxima exigencia y a la vez de hermosas connotaciones. Los celestes empatan a puntos y comparten liderato con su rival, el Real Madrid. Y además pueden superar el mejor inicio de campeonato de su historia, que data de la campaña 1941/1942. El ambiente en Balaídos, con las entradas agotadas hace días, será extraordinario y el apoyo de la afición, una vez más, vital para llevar a los célticos a una histórica victoria. Para que el equipo se sienta arropado desde el primer instante, el club ha organizado mosaicos y un gran tifo que se desplegarán en el momento en el que los jugadores accedan al terreno de juego.
Cuando los célticos salgan al campo, podrán leer a su derecha, en las gradas de Río, una leyenda que ya forma parte de la ‘cultura celeste’: Sempre Celta. De frente, en Marcador, se desplegará un gran tifo en el centro de la grada con la bandera gallega y el escudo del club. A su espalda, en Gol, el mosaico mostrará el triskel que adorna las camisetas y este propio graderío. Tribuna redondeará la puesta en escena tiñéndose por completo de celeste.
El club pide a la afición la máxima colaboración para que mosaicos y tifo luzcan en plenitud en Balaídos. Los seguidores celestes de las dos gradas de Río y de Gol encontraran las cartulinas en sus asientos y tendrán que alzarlas en el momento en el que los jugadores salgan al terreno de juego desde el túnel de vestuarios. En ese instante, los aficionados ubicados en la grada de Marcador deberán desplegar el tifo y empujarlo hacia abajo para que cubra toda la grada.
