Abanca Balaídos acogió este martes una reunión muy especial entre el Celta y la Agrupación de Antiguos Jugadores de Fútbol RC Celta de Vigo, una cita cargada de emoción que sirvió para reencontrarse, celebrar estas fechas navideñas y seguir fortaleciendo el vínculo entre el pasado, el presente y el futuro del club.
El encuentro tuvo como eje la renovación del convenio de colaboración entre ambas partes, un acuerdo que refuerza la unión con quienes han sido protagonistas fundamentales de la historia celeste y que permitirá seguir trabajando conjuntamente en los ámbitos deportivo, social y formativo. Y es que este convenio renovado contempla la participación activa de la Agrupación de Veteranos en la formación de la cantera, a través de sesiones formativas y encuentros de convivencia en los que los exjugadores compartirán sus vivencias y valores como la deportividad, el esfuerzo y el sentimiento de pertenencia. Además, seguirán formando parte de actos sociales organizados por el Área Celtista y colaborarán con el Museo del Celta mediante la cesión o donación de objetos históricos, contribuyendo a mantener viva la memoria del club.
A la firma acudió la presidenta del Celta, Marián Mouriño, quien quiso expresar su agradecimiento y el orgullo que supone para el club seguir contando con la experiencia y el compromiso de los veteranos, y Fernando Rodilla, presidente de la Agrupación de Veteranos. También estuvieron presentes diferentes representantes del club como Carlos Cao, director de Infraestructuras y Relaciones Institucionales, David González, director del Área Celtista, y Juan Adell, historiador oficial del Celta; además de José Méndez en representación de las peñas.
Antes del acto institucional, los veteranos recorrieron Abanca Balaídos y conocieron a fondo el nuevo Museo y los vestuarios, un espacio engalanado para la ocasión con camisetas históricas en homenaje al legado que estos jugadores han dejado en el club y en el celtismo.
La jornada concluyó con un momento de convivencia en torno a un picoteo, que puso el broche a un encuentro marcado por esa unión entre generaciones que refuerza el compromiso de seguir mirando al futuro con ilusión, sin olvidar nunca las raíces que han construido la historia del Celta.
