Las obras de la ciudad deportiva RC Celta arrancaron hoy con el simbólico acto de la colocación de la primera piedra. El evento congregó a cerca de mil personas entre las que se encontraban el presidente del RC Celta, Carlos Mouriño; el vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda; el conselleiro de Medio Rural, José González Vázquez; la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo; el secretario xeral para o Deporte, José Ramón Lete, así como toda la directiva del club y jugadores del primer equipo y categorías inferiores. El inicio de las obras permitirá que el primer equipo se entrene en las nuevas instalaciones en julio de 2020 en un proyecto que situará al Celta como un referente internacional además de consolidar un objetivo primordial para el club: apostar por la formación e invertir en una cantera de jugadores de primer nivel que nutra al primer equipo.
El presidente del RC Celta, Carlos Mouriño, inició su intervención señalando que “este es un acto de gran trascendencia. Hace dos años hicimos un pacto para la construcción de esta ciudad deportiva. Pusimos los relojes en marcha. Y hoy estamos aquí los que hemos cumplido el pacto para hacer un Celta cada vez más grande”, recalcó. “No están los que cuyas palabras no tiene validez –prosiguió-, los que dicen estar con el Celta pero la verdad es que no quieren dejarle crecer. Con el acto de hoy lo que hacemos más que una primera piedra es plantar para que florezca, un sueño”.
Primer equipo y cantera
Mouriño, arropado por su junta directiva, subrayó que se trata de “unas instalaciones que habíamos imaginado miles de veces y que serán el futuro del club que hoy es, precisamente, más esperanzador con este acto. Muy pocos clubs pueden afirmar que once de sus jugadores proceden de la cantera. Hablar de primer equipo y cantera es lo mismo”.
Carlos Mouriño dijo sentirse emocionado porque el proyecto haya pasado de ser un sueño a convertirse en realidad y recalcó que esa emoción está reflejada en el objeto que él mismo se encargó de meter en la urna de la primera piedra: una placa de sonido con el himno del Celta que la afición canta siempre antes de cada partido. Agradeció a los vecinos de Mos que supieran ver una gran oportunidad en este proyecto y se dirigió a todos ellos al señalar que “alguien quiere poner una bota sobre vuestro territorio y como David hizo con Goliat, os digo que se le puede vencer”.
Por su parte, el secretario xeral para o Deporte de la Xunta de Galicia, José Ramón Lete, calificó de hito el acto de primera piedra de la Ciudad deportiva, proyecto que es, dijo “fruto de la unión, algo que está en el ADN del Celta”.
La alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, afirmó que se trata de una infraestructura “importante para Mos, para Vigo y para toda el área metropolitana” y señaló que su equipo está “en la vía de colaboración con Vigo. Somos un ayuntamiento abierto y yo voy a seguir entregada con este proyecto”.
Durante el acto también intervino el capitán del equipo, Hugo Mallo y el jugador del equipo Benjamín celeste Germán Alonso, vecino de Mos, que se encargaron de introducir en la urna de la primera piedra una camiseta del Celta. El acto contó con la música tradicional del premiado grupo de Mos, Lagharteiras.
Referente del noroeste peninsular
La ciudad deportiva RC Celta situará a Galicia como referente internacional al ser la primera de España que contará con amplios espacios para el ocio. El proyecto albergará, además de los nueve campos para categorías profesional e inferiores y un estadio para el filial con capacidad para al menos 4.000 espectadores, espacios para otros deportes, ocio deportivo y no deportivo, actividades en la naturaleza, conciertos y festivales musicales, la Universidad del Deporte, en colaboración con la cercana Universidade de Vigo; así como la creación de un ecosistema vinculado a las starts ups tecnológicas en el entorno deportivo.
Por el momento, las obras que se han llevado a cabo en los últimos meses se han centrado en preparar el terreno. El proyecto, firmado por los gallegos Jesús Irisarri y Guadalupe Piñera, presentes también en el acto; está inspirado por entero en la propia orografía de la zona para respetar el ámbito en el que se encuentra, con vistas a la Ría de Vigo. De hecho, el proyecto tiene vocación de convertirse en un referente de sostenibilidad, gestión de servicios del agua, la tierra y la energía.
En total, deporte, ocio, parque forestal y comercio ocuparán una gran área en la que la ciudad deportiva ocupará 237.000 metros cuadrados distribuidos en los nueve campos (5 de hierba natural y cuatro, de artificial), el Arena-multiusos, edificios de vestuarios, residencia para categorías inferiores, zonas de gimnasio y spa, la Universidad del Deporte y áreas de tecnificación, restauración y ocio. El proyecto contará con casi 300.000 metros cuadrados de parque verde forestal de uso público donde solo habrá especies autóctonas gallegas. El resto de la superficie se empleará para mejorar la conexión interna de las nuevas instalaciones y de la zona, en general. Además, las nuevas instalaciones lograrán crear 2.000 nuevos puestos de trabajo.