Sergey Klepalov no es un aficionado cualquiera. Los más de 6.000 kilómetros de distancia que separan Vigo de Ekaterimburgo, en Rusia, no han supuesto un impedimento para este apasionado del RC Celta que, cada vez que tiene ocasión, viaja a la ciudad olívica para disfrutar del club de sus amores junto a los miembros de su peña, Centolos Celestes.
«¿Cómo es ser celtista en Rusia? Es ser loco». Así se autodefine Sergey, un celtista como pocos que se enamoró del equipo gallego gracias a los años dorados de Alexander Mostovoi en Vigo. «Sus ocho años aquí me convierten en loco del Celta», insiste Sergey, consciente de que su amor exacerbado por el Celta puede resultar extraño a ojos de sus compatriotas. «Mis amigos siempre me dicen, ¿por qué no Barcelona, Manchester…? Só ti podes entendelo», sentencia este entrañable celtista empleando uno de los clásicos lemas de la entidad celeste.
Celta Media tuvo la oportunidad de entrevistar a Sergey durante su última visita a Vigo. El ruso disfrutó de un completo recorrido por Balaídos durante la que coincidió con Iago Aspas y otros de sus actuales ídolos. Una nueva historia de pasión que demuestra que, para el Celta y el celtismo, no existen las fronteras.