Llegó el día. El gato de Catoira, Sergio Álvarez, anunció esta tarde su retirada del fútbol en un emotivo acto en el que estuvo arropado por jugadores, amigos, familiares, dirigentes… arropado por el fútbol, al que tantas cosas dio, por la familia celeste, a la que siempre pertenecerá.
Sergio deja una huella imborrable por sus despejes y sus paradas, tantos de ellos milagrosos, pero sobre todo por su profesionalidad, su entrega, su bonhomía, su afán de superación, por su celtismo. Sergio cuelga los guantes en el corazón de la afición, donde permanecerán para siempre.
Fue un acto de despedida emotivo e intenso sobre el césped de Abanca Balaídos. Junto a gato, el presidente Carlos Mouriño, el consejo de administración, directivos del club, la totalidad de la plantilla y los cuerpos técnico y médico, su familia y amigos, ex compañero, peñas… Todos ellos quisieron estar.
Hablaron, con profunda emoción, Sergio y el presidente, quien le entregó una placa conmemorativa de este día que marca el final de una etapa y el principio de otra. En ambas hay un elemento en común: el RC Celta. Sergio se va para quedarse porque es, hoy y siempre “un dos nosos”.
