INTELIGENCIA EMOCIONAL : EL MECANISMO QUE NOS MUEVE
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No século XXI a Intelixencia Académica non asegura ser un bo profesional.
Desde os anos 90, diferentes estudos arroxan a importancia de que o emocional colabore de forma estreita co intelectual. Sabemos que máis do 40% das nosas enerxías diarias van destinadas a resolver conflitos inherentes á convivencia. Pero, somos conscientes de como xestionar as nosas relacións de forma que quede garantido un adecuado funcionamento tanto no profesional como no persoal?
A resposta está dentro dunha das Intelixencias Múltiples que temos, pero que non sempre somos capaces de pór en marcha: A Intelixencia Emocional. A Intelixencia Emocional é a habilidade que temos para percibir os sentimentos de forma apropiada, de asimilalos e comprendelos, e de regular o noso estado de ánimo para lograr en definitiva, o manexo das emocións propias e alleas.
As emocións son tan importantes, que o seu propio nome indica “movemento”, son o motor que nos guía ou aquilo que nos “move” a tomar unha decisión.
Os nenos posúen unha serie de emocións básicas (medo, enfado, alegría, sorpresa, tristeza?..) e como profesionais dedicados á educación, temos o deber e o compromiso de potenciar, fomentar, activar e facilitar o recoñecemento e expresión das devanditas emocións así como ofrecerlles as ferramentas que lles axuden a desenvolver e utilizar todos os elementos que engloba a Intelixencia Emocional.
Isto vailles permitir: …e en relación ós demáis:
- Coñecerse 1. Ser empáticos
- Motivarse 2. Solucionar conflictos
- Quererse 3. Fomentar a súa autonomía
- Pensar de forma positiva 4. Comunicarse de forma eficaz
- Controlar os impulsos
Educar nenos “emocionalmente intelixentes” asegura adultos “emocionalmente equilibrados e felices”, capacitados para afrontar cualquiera reto na vida.
Isabel Aboy.
Psicóloga e Orientadora en Colegio Los Sauces.
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En el siglo XXI la Inteligencia Académica no asegura ser un buen profesional.
Desde los años 90, diferentes estudios arrojan la importancia de que lo emocional colabore de forma estrecha con lo intelectual.
Sabemos que más del 40% de nuestras energías diarias van destinadas a resolver conflictos inherentes a la convivencia. Pero…… ¿Somos conscientes de cómo gestionar nuestras relaciones de forma que quede garantizado un adecuado funcionamiento tanto en lo profesional como en lo personal?
La respuesta está dentro de una de las Inteligencias Múltiples que tenemos, pero que no siempre somos capaces de poner en marcha: La Inteligencia Emocional.
La Inteligencia Emocional es la habilidad que tenemos para percibir los sentimientos de forma apropiada, de asimilarlos y comprenderlos, y de regular nuestro estado de ánimo para lograr en definitiva, el manejo de las emociones propias y ajenas.
Las emociones son tan importantes, que su propio nombre indica “movimiento”, son el motor que nos guía o aquello que nos “mueve” a tomar una decisión.
Los niños poseen una serie de emociones básicas (miedo, enfado, alegría, sorpresa, tristeza…..) y como profesionales dedicados a la educación, tenemos el deber y el compromiso de, potenciar, fomentar, activar y facilitar el reconocimiento y expresión de dichas emociones así como ofrecerles las herramientas que les ayuden a desarrollar y utilizar todos los elementos que engloba la Inteligencia Emocional.
Esto les va a permitir: …y en relación a los demás:
- Conocerse 1. Ser empáticos
- Motivarse 2. Solucionar conflictos
- Quererse 3. Fomentar su autonomía
- Pensar de forma positiva 4. Comunicarse de forma eficaz
- Controlar los impulsos
Educar niños “emocionalmente inteligentes” asegura adultos “emocionalmente equilibrados y felices”, capacitados para afrontar cualquier reto en la vida.
Isabel Aboy.
Psicóloga e Orientadora en Colegio Los Sauces.
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